Salvaje es lo opuesto a domesticado. Definir el aspecto salvaje de una mujer es mirar la naturaleza femenina, despierta y sabia.
La mujer salvaje tiene una aguda visión, es tierna y consistente. Cuando tiene una herida profunda sabe curarla, se da el tiempo necesario para recuperarse y fortalecerse.
La cultura que vivimos nos enseña que estar domesticadas es el único camino para sobrevivir. Cuando el aspecto salvaje de las mujeres se ha manifestado en la historia es cuando se han conseguidos logros y avances, si bien el precio de las valientes que abrieron el camino fue muy alto.
Estamos ante un reto importante para las mujeres hoy: “el compromiso de despertar el aspecto salvaje en cada una de nosotras”.
Hacernos visibles en todos los ámbitos donde se desarrollan nuestras actividades. La familia, la salud, la vida laboral y profesional. El compromiso con todas las mujeres es apoyar siempre que tengamos la oportunidad a todas las mujeres a despertar el aspecto salvaje de su psique.
La mujer resplandece con la belleza, la armonía, el apoyo y las relaciones.
Hoy leía en “Mujeres que corren con lobos” La tensión tiene una utilidad, el carbón natural puro, sometido a presión produce diamantes.
Animo a todas las mujeres buscar lo salvaje profundo dentro de su alma, cuidando con no equivocar este espiritual camino con algo que hoy forma parte de la cultura: “ si es difícil es que no tiene que ser”.
NUESTRO DERECHO COMO MUJERES ES CRECER, NO SIMPLEMEMENTE SOBREVIVIR
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